590. EJEMPLOS DE ENSAYO CON COMENTARIO - BENITO JERÓNIMO FEIJOO – CARTAS ERUDITAS Y CURIOSAS – SOBRE LOS REFRANES
Comentario del profesor: Feijoo es un buen ejemplo de ensayista temprano en español. Su tono es cercano al lector y, en este caso, también se vale de la forma epistolar. En este fragmento, podemos ver cómo para el buen ensayista no hay temas pequeños, ya que se vale de refranes populares para hacer todo tipo de reflexiones sobre la verdad y la superstición. Se pueden apreciar también recursos como la acumulación de ejemplos, las exclamaciones, las preguntas retóricas, el tono coloquial, etc.
Fragmento de Feijoo
1. A buena hora viene Vmd. a redarguirme el primer Discurso del Teatro Crítico. A buena hora, digo, o a buen tiempo; porque ya pasó tanto desde que se dio a la estampa aquel Discurso, que ya no se me puede impugnar el juicio posesorio, y es poco papel una Carta para disputármele en la propriedad. Sin embargo no rehuso el litigio entretanto que no se producen mejores instrumentos, que el que Vmd. exhibe.
2. Toda la impugnación de Vmd. se reduce a que la proposición de que la voz del Pueblo es voz de Dios, es Adagio, por consiguiente debo admitirla como verdadera, porque los Adagios son Evangelios breves. ¡Grande argumento! Sí Señor: El que la voz del Pueblo es voz de Dios, es un adagio; pero el que los Adagios son Evangelios breves es otro adagio; y quien niega la verdad del primero, dicho se está, que ha de negar la verdad del segundo. Con que es menester, que Vmd. pruebe ésta; y si sólo la prueba con otro adagio, y aunque sea con mil adagios, nada tenemos; porque si a mí la cualidad del Adagio en una proposición no me hace fuerza para admitirla como verdadera, lo mismo será de otra cualquiera que se me quiera hacer tragar por ese título.
3. Mas ya parece que Vmd. olió algo de esta solución, cuando añade, que el que los Adagios son Evangelios breves lo dice todo el Mundo, y no puede sin temeridad negarse por un hombre sólo lo que los demás afirman. Señor mío, el que todo el Mundo dice, así sea, como otras cosas, se cuenta de muchas maneras. Mil veces de palabra, y por escrito me han rallado los ojos, y los oídos, y mucho más las potencias internas con esa cantinela. Cualquiera que pronuncia, que todo el Mundo afirma tal, o tal [2] cosa, ¿tomó por ventura uno por uno, ni aun en montón, el parecer de todos los hombres? Todo lo que puede significar esa absoluta de todo el Mundo, bien entendida es, que el vulgo lo dice así comúnmente. ¿Y qué fuerza debe hacer que el vulgo lo diga? ¿Ni que lo digan la mayor, y aun máxima parte de los hombres que tratamos? En la Sagrada Escritura leo, que es infinito el número de los tontos; y en ninguna Escritura, ni Sagrada, ni Profana, leo que sea infinito el número de los Sabios, Discretos, y Prudentes.
4. Bastaba lo dicho para mi defensa; pero a más aspiro, que es mostrar a Vmd. que hay muchos Adagios, no sólo falsos, sino injustos, inicuos, escandalosos, desnudos de toda apariencia de fundamentos, y también contradictorios unos a otros. Por consiguietne es una necedad insigne el reconocer en los Adagios la prerrogativa de Evangelios breves. Vaya Vmd. teniendo cuenta con los que siguen.
5. Bien sabe la rosa en qué mano posa. ¿En qué sentido será verdad esto? Y queda muy satisfecha una mozuela cuando pretende adularla con este adagio un barbiponiente mentecato, con ocasión de verle una rosa en la mano. Ni aun como expresión figurada se le puede adaptar alguna significación verdadera.
Casa sucia, huéspedes anuncia. Antes lo contrario, pues el que espera huéspedes procura la limpieza de la casa. Así hay otro adagio contrario a éste, que dice: Casa barrida, y mesa puesta huéspedes espera.
Tapar la nariz, y comer la Perdiz. Quiere decir, que la mayor sazón de la perdiz es cuando empieza a oler mal. Muy depravado gusto tiene quien la halla más grata al paladar cuando empieza a corromperse.
Ni moza Marina, ni mozo Pedro en casa. ¡Insigne desatino! Como si las costumbres, o las almas tuviesen conexión con los nombres.
Constanza, ni ésa se críe, ni otra nazca. Digo lo mismo de este adagio que del antecedente.