529. NARRACIÓN Y REALIDAD (REALIDAD, REALISMO, VEROSIMILITUD)
A. Una narración puede ser ficticia o estar basada en hechos reales. Pero incluso en el segundo caso, el autor tendrá que inventar detalles para dar sensación de realidad.
Ejemplo A1: El Padrino de Mario Puzo cuenta la historia de Vito Corleone, un inmigrante italiano que llega a EEUU de niño y se convierte en “capo” de la mafia. Dicho personaje es inventado, pero los hechos son realistas.
Ejemplo A2: Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar es una novela sobre Adriano, emperador de Roma que realmente existió. Sin embargo, el libro, narrado en primera persona, inventa muchos detalles. Por ejemplo, cómo se desarrollaron ciertas conversaciones.
B. Una narración puede respetar las reglas del mundo real o no. En el primer caso, será realista; en el segundo, fantástica.
Ejemplo B1: El Lazarillo de Tormes, novela anónima del S.XVI, describe de manera muy realista las condiciones de vida de la gente pobre en la España de la época. Es realista, incluso aunque no existiera concretamente un Lázaro de Tormes al que le ocurrieran los hechos exactos de la novela.
Ejemplo B2: El Señor de los Anillos de J.R.R.Tolkien es una novela fantástica con enanos, elfos, magia y todo tipo de elementos que no pueden existir en el mundo real.
C. Aunque una narración sea fantástica, debe ser al mismo tiempo verosímil. Es decir, tiene que tener apariencia de verdad mientras se lee y no contradecirse consigo misma.
Ejemplo C1: Gandalf es un mago que aparece en El Señor de los Anillos. En el mundo real la magia no existe. Sin embargo, dentro de las reglas del mundo de El Señor de los Anillos, es verosímil que un mago haga magia.
Ejemplo C2: Frodo es un hobbit y no puede hacer magia por sí solo. Si de pronto tuviera esos poderes, sería contradictorio y absurdo según las reglas que ha creado el propio Tolkien para su obra. De esta forma, se rompería la verosimilitud y el lector rechazaría la novela.