414. BIOGRAFÍA DE ANTONIO MACHADO
Antonio Machado nace en Sevilla en 1875. Su padre era un abogado y periodista de buena posición y tuvo una buena educación desde pequeño (al igual que su hermano Manuel, también un poeta conocido). A los ocho años, la familia se traslada a Madrid y Antonio tiene la oportunidad de estudiar en la Institución Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos.
Machado escribió sobre sí mismo en un poema llamado "RETRATO":
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde, madura el limonero.
Mi juventud, veinte años en tierras de Castilla.
Mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
A los veinticuatro años, pasa un tiempo trabajando para un editorial en París, lo cual le permite perfeccionar el francés y ponerse al día con las modas literarias. A partir de 1905, comienza a publicar poemas y consigue una plaza de profesor de instituto en Soria. Allí se casa con Leonor Izquierdo, mucho más joven que él. A los dos años, en 1912, ella muere de tuberculosis, lo cual deja en el poeta una profunda tristeza que puede verse en sus poemas.
Entre los muchos versos que escribió sobre la muerte de Leonor, podemos destacar:
Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería.
Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.
Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía.
Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar.
Machado pide el traslado a Baeza, donde trabajó los siguientes siete años. Más tarde pasará por Segovia y, finalmente, se instalará en Madrid. Su fama y su prestigio aumentaron y acaba siendo elegido miembro de la Real Academia Española. Con la dictadura de Primo de Rivera y la llegada de la II República y la Guerra Civil, se puso del lado de los movimientos políticos de izquierda. Cuando en 1939 la victoria de Franco es inminente, se traslada a Francia con la salud muy deteriorada y muere poco después en Colliure.
En el final del poema "RETRATO" que antes hemos citado, casi parece anticipar su muerte en el exilio:
Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.