36. EJEMPLOS DE DILEMAS MORALES QUE PLANTEA SANDEL SOBRE LO QUE SE PUEDE Y NO SE PUEDE COMPRAR. He aquí unos pocos ejemplos: 1A. Una celda más cómoda dentro de una prisión: 82 dólares por noche. En Santa Ana, California, y en otras ciudades, los delincuentes no violentos pueden pagar por un espacio mejor: una celda limpia, tranquila y alejada de las de los presos que no pueden pagarla. 1B. Acceso al carril especial si se conduce solo: 8 dólares en hora punta. Mineápolis y otras ciudades intentan poner solución a las retenciones de tráfico ofreciendo a los conductores que viajan solos pagar por conducir por estos carriles despejados con tarifas que varían según la densidad del tráfico. 1C. Vientres de alquiler de mujeres indias: 6.250 dólares. Cada vez más parejas occidentales recurren a madres de alquiler que se ofrecen en la India, donde esta práctica es legal y el precio menor de un tercio del que se paga en Estados Unidos. 1D. Derecho a emigrar a Estados Unidos: 500.000 dólares. Los extranjeros que inviertan 500.000 dólares y creen como mínimo diez puestos de trabajo en una zona de elevado desempleo reciben una tarjeta verde que los hace titulares de un permiso de residencia permanente. 1E. Derecho a cazar un rinoceronte negro en peligro de extinción: 150.000 dólares. Sudáfrica ha empezado a conceder a algunos hacendados permisos para vender a cazadores el derecho a matar un número limitado de rinocerontes con el fin de que los hacendados tengan un incentivo para mantener y proteger la especie amenazada. 1F. El número de teléfono móvil de su médico: 1.500 o más dólares al año. Un número creciente de médicos personales ofrecen su número de teléfono móvil y citas en el mismo día a pacientes dispuestos a pagar sumas anuales que van de 1.500 a 25.000 dólares. 1G. Derecho a emitir a la atmósfera una tonelada de dióxido de carbono: 13 euros. En la Unión Europea funciona un mercado de emisiones de carbono que permite a las compañías comprar y vender el derecho a contaminar el aire. 1H. Admisión de su hijo en una universidad prestigiosa. Aunque no se indica el importe, funcionarios de algunas prestigiosas universidades contaron a The Wall Street Journal que aceptan a estudiantes no muy brillantes cuyos padres sean personas adineradas y estén dispuestos a hacer sustanciales contribuciones económicas.